miércoles, 31 de enero de 2018

ELMER


ELMER

Esto era una vez un rebaño de elefantes. Había elefantes jóvenes, elefantes viejos, elefantes gordos, elefantes altos y elefantes flacos. Elefantes así y asá, todos diferentes, pero todos felices y todos del mismo color. . . menos Elmer. Elmer era diferente. Elmer era de colores. Elmer era amarillo, naranja, rojo, rosa, morado, azul, verde, negro y blanco.

Y era Elmer el que hacía felices a los elefantes. Algunas veces Elmer jugaba con los elefantes, otras veces los elefantes jugaban con él; pero casi siempre que alguien se reía era porque Elmer había hecho algo divertido.

Una noche Elmer no podía dormir porque se puso a pensar, y el pensamiento que estaba pensando era que estaba harto de ser diferente. “¿Quién ha oído nunca hablar de un elefante de colores?”, pensó. Y por la mañana temprano, cuando casi nadie estaba todavía despierto del todo, Elmer se fue sin que los demás se dieran cuenta.

Después de una larga caminata a través de la selva, Elmer encontró lo que andaba buscando: un árbol bastante alto. Un árbol lleno de frutos color elefante. Elmer agarró el tronco con la trompa y sacudió el árbol hasta que todos los frutos cayeron al suelo. Cuando el suelo quedó cubierto de frutos, Elmer se tiró encima de ellos y se revolvió una vez y otra, de un lado y del otro, hasta que no quedó ni rastro de amarillo, de naranja, de rojo, de rosa, de morado, de azul, de verde, de negro o de blanco. Cuando terminó de revolcarse, Elmer era igual que cualquier otro elefante.

Después de esto, Elmer emprendió el camino de vuelta a su rebaño. Cuando Elmer se encontró con los otros elefantes vio que estaban todos muy tristes, quietos, y callados. Ninguno se dio cuenta de que Elmer se acercaba y se ponía en el centro del rebaño. Por fin no pudo aguantarse más, levantó la trompa y gritó con todas sus fuerzas: ¡¡TURURÚÚÚ. . . .!!!

Los elefantes dijeron: -¡Elmer! ¡Seguro que es Elmer!

Y él contestó: - Sí, soy Elmer

Y todos los elefantes empezaron a reírse como nunca se habían reído antes. Y mientras se estaba riendo empezó a llover; y los colores de Elmer empezaban a verse otra vez. Los elefantes se reían cada vez más al ver que la lluvia duchaba a Elmer y le devolvía sus colores naturales.

Un viejo elefante, ahogándose de risa propuso: - Vamos a celebrar una fiesta en honor de Elmer. Cada uno se pintó como mejor le pareció y, desde entonces, una vez al año repiten esta fiesta. Si en uno de esos días especiales alguien ve a un elefante color elefante, puede estar seguro de que es Elmer. AUTOR: DAVID MCKEE


RESPONDE:
  1. ¿Cómo eran los elefantes del cuento?
  2. ¿Por qué Elmer era distinto que los otros elefantes?
  3. ¿Cómo se sentía?
  4. ¿Qué hizo para solucionar su problema?
  5. ¿Por qué los animales no reconocieron a Elmer?
  6. ¿Qué crees que pasaría si todos fuéramos iguales?
  7. ¿Qué características te hacen especial?

Valora tus cualidades, tus habilidades y cree en ellas

No hay comentarios:

Publicar un comentario